9 nov 2011

No era más que un zorro semejante a cien mil otros.

Hoy fui a acompañar a mi mejor amigo al dentista, y lo espere afuera, sentada en la vereda. Me enchufé los auriculares, y me puse a mirar gente, hace mucho que no lo hacia, hace mucho que no me ponía a observar tan detenidamente a personas que no tienen que ver en mi vida.
Pasaron personas apuradas, otras muy despacio, como si nada les importara. Vi personas sonriendo, otras lagrimeando por quién sabe qué... Vi parejas de la mano, besándose, o solo caminando, se notaba que estaban bien. Vi personas solas, que caminaban como buscando algo que las completase, también había quienes estaban solos pero parecían no necesitar nada más.
 En definitiva, vi muchas personas, y eso me hizo pensar, me hizo pensar en que nos cruzamos con muchas personas en un día , y que son pocas las personas que realmente nos importan, que quizás yo muchas veces por estar pensando en esas personas que sí me importan (pero que por algún motivo, nunca les importé,o les dejé de importar) no veo a un montón de personas que podrían hacerme igual de bien que las personas que estoy extrañando...  
No entiendo como habiendo tantas personas (TANTAS), yo (y miles de personas mas) estoy acá deseando a una, y solo una...
Bueno, no importa, es una de las tantas cosas de las que tengo muchas cosas para decir pero no se como hacerlo, me pone realmente nerviosa querer decir algo y no saber como expresarlo.


*(Esto me recordó a...)
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo..
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !

1 comentario: